Ayer nos preguntábamos si Artemio López estaba "nerviossshhho", en razón de su respuesta a un post del amigo Fernando (G)Rosso. El día de hoy constatamos que la respuesta a la pregunta es ampliamente afirmativa, fíjense lo que posteó.
Ayer le faltaban argumentos. Hoy ni se siente en la obligación de presentar alguno ¿Habrá tirado la toalla?
En realidad no. Está utilizando otro recurso ampliamente conocido en el barrio, cuando dos pibes se trenzaban a piñas y uno resultaba más consistente y duro que el otro.
El que la iba ligando, ante la imposibilidad de conectar algún ñoqui, se dedicaba a insultar de arriba abajo al púgil más hábil y toda su familia. Salía derrotado, pero se sacaba la bronca.
Como trosko cultor en sus ratos libres del Boedismo Zen, le agradezco a Artemio esta rememoración del barrio, aunque nobleza obliga debo señalar que cuando los pibes adoptaban el recurso "artemiolopecístico" por lo general no salían muy bien parados del piñerío.
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