lunes, 19 de diciembre de 2016

Entrevista con Fernando Rosso sobre El marxismo de Gramsci



Va la entrevista con mi amigo Fernando, que se dispuso gentilmente a hundir el rating de su prestigioso ciclo.....

Entrevistamos al autor del libro “El marxismo de Gramsci”, donde propone una lectura sobre los clásicos Cuadernos de la Cárcel del comunista italiano. 


martes, 15 de noviembre de 2016

Entrevista: “Recuperar el pensamiento de Gramsci es una batalla teórico-política urgente"


Ediciones IPS entrevistó a Juan Dal Maso, autor de “El marxismo de Gramsci. Notas de lectura sobre los Cuadernos de la cárcel”, publicación que inaugura la colección Debates Marxistas Contemporáneos.

miércoles, 9 de noviembre de 2016

Las claves del triunfo de Trump y el mundo que viene


Por Claudia Cinatti 

Contra todos los pronósticos Donald Trump se convirtió en el 45º presidente de los Estados Unidos. Las claves de un triunfo inesperado que sacude al mundo. 

Seguir leyendo en La Izquierda Diario 

viernes, 28 de octubre de 2016

Althusser vs. Althusser


Louis Althusser (1918-1990), the French philosopher born in Algeria, is one of the main intellectual figures of European Marxism in the post-World War II era. A member of the French Communist Party, and a supporter, in his own way, of Maoism, he is known as the main proponent of what was called the “structural Marxist” school of thought. Some of his concepts were incorporated into the social sciences. Two examples that are fairly well-known are the terms overdetermination and ideological state apparatuses.

Over the past few years there has been renewed interest in his thought worldwide, a phenomenon which has several explanations: his historically decisive significance in intellectual debate in France and Great Britain, the recovery of the later Althusser who supported a materialism of the Encounter, and finally the development of diverse reflections on the relations between structuralism, post-structuralism and post-Marxism.

In this article, we reflect on aspects of Althusser’s thought using some of his works as a point of reference. We also utilize Warren Montag’s Althusser and his contemporaries [Philosophy’s perpetual war] [1], published in 2013, which is an important contribution to our knowledge of the development of his thought and critical analysis of Althusser.

miércoles, 19 de octubre de 2016

Sobre Ciencia y Utopía en Marx y en la tradición marxista


El libro es sin duda un buen material para acercarse a la problemática que se consigna en el título. Problemática que tiene su peso a su vez como un cierto legado del ´68, sobre todo en Europa y en especial en Francia (en América Latina quizás deberíamos ubicar ese momento un poco antes, a partir de la revolución cubana), cuando se plantea un amplio cuestionamiento a la identificación entre la “ciencia” marxista y los Partidos Comunistas como supuestos representantes de la clase obrera. A su vez la derrota o desactivación de esos procesos y la imposición del neoliberalismo y la restauración del capitalismo en la URSS y China, implicaron una crisis del marxismo que incluye por supuesto su pretensión de cientificidad. En este marco, el trabajo de Ariel Petruccelli expresa cierto “espíritu de época” marcado por pocas certezas y muchos problemas teóricos.

En cuanto a los contenidos del libro, a mi modo de ver lo más atractivo es el repaso de la reformulación que realizan Marx y Engels sobre las relaciones entre “progreso” histórico y toma de posición por los oprimidos, cuestión que ya había sido destacada por José Aricó en Marx y América Latina y por otros autores como Teodor Shanin que investigan al Marx tardío y su relación con los populistas rusos. En este marco, se plantea la diferencia entre el pensamiento del propio Marx, sus riquezas y ambivalencias y cierta “ortodoxia” marxista constituida a partir de la identificación de ciencia y desarrollo de las fuerzas productivas, opuestas a una perspectiva utopista y ética.

Dicho esto, voy a plantear algunas observaciones críticas.

La primera es que la visión del marxismo posterior a Marx que ofrece el libro es relativamente reduccionista. Traza la imagen de un “marxismo de las fuerzas productivas” frente al cual se opone la riqueza, ambivalencias y evolución del propio pensamiento de Marx, como si fuera característica de todo el marxismo del siglo XX. Sin embargo, junto con un cierto “marxismo de las fuerzas productivas” hay también un “marxismo de la estrategia” (plasmado en los cuatro primeros Congresos de la Tercera Internacional bajo dirección de Lenin) y relacionados con éste, un “marxismo de la hegemonía” (Gramsci) y un “marxismo de la revolución permanente” (Trotsky), que superan ampliamente al “marxismo de las fuerzas productivas”, en cuya crítica se concentra Ariel y cuya imagen caracteriza bastante bien al stalinismo, pero no resulta adecuada para el resto. Centrar la crítica en este aspecto llevaría, naturalmente, hacia otros temas que no son los abordados en el libro, por lo que la dejaré en suspenso (aunque la retomaré al final).

Dejando entre paréntesis esta crítica y asumiendo como propio el punto de vista de Ciencia y Utopía, una segunda crítica que se puede plantear es la siguiente: ¿por qué buscar la perspectiva ética del marxismo en un cruce entre Marx y las teorías de la justicia o en la “vuelta a Kant” propiciada por Bernstein y no en los propios aportes de Marx para pensar el problema? Quizás en este aspecto el libro presenta cierta “desviación profesional” de Ariel hacia el oficio de historiador, ya que plantea la necesidad de identificar ciertos valores que guían a Marx y Engels, esencialmente a partir de cómo van articulando una visión de la historia, de 1848 en adelante.

Sin embargo, si queremos reflexionar sobre la vertiente ética del marxismo, son muy importantes los textos de juventud de Marx, que sirvieron de inspiración a muchos marxistas disidentes sobre todo del bloque soviético durante los años de la segunda posguerra. Por ejemplo, los Manuscritos económico-filosóficos de 1844 plantean varios elementos que permiten pensar una base para una concepción ética del marxismo, a partir de ideas como la de ser genérico, el grado de emancipación de la mujer como medida del progreso de la sociedad (idea tomada de Fourier) y la reconciliación de la especie humana con la naturaleza a través del comunismo. 

La categoría de ser genérico que Marx toma de Feuerbach y que luego critica en sus célebres Tesis de 1845 plantea sin dudas varios problemas, el primero es que está en discusión hasta dónde es una noción “marxista” en tanto Marx avanza posteriormente en la idea de que no hay una “esencia humana” separada el conjunto de las relaciones sociales. Esto, si la vemos desde su punto débil: es una noción abstracta y en cierto modo ahistórica. 

Pero si la vemos desde su punto fuerte, que es su materialismo, podemos encontrar una base para una ética materialista bastante clara: todos tenemos un cuerpo “paciente” que es afectado por el placer y por el dolor, que es una realidad elemental y pre-existente a cualquier filosofía y cualquier política, es decir, es precondición para ellas. 

Por eso, la pregunta al respecto de este tema que surge leyendo Ciencia y Utopía es ¿por qué Kant o Rawls y no el propio Marx, que se inspira en Feuerbach que a su vez se inspira en Spinoza? En el mismo sentido, cabe tomar en cuenta el texto de Marx sobre el suicidio, que como dice su traductor Nicolás González Varela adelanta de manera sorprendente esa consigna de que lo personal es político que se hizo popular en los '60.

A su vez, esta discusión es inseparable de cierta ambivalencia propia de la idea de comunismo en Marx, que como dice Emmanuel Barot en su libro Marx en el país de los soviets tiene un doble rostro: como fin a realizar y como “movimiento real que busca abolir el estado de cosas existente”. Es decir, el comunismo por un lado es el proyecto de lograr una sociedad de productores libres asociados, para terminar con la explotación y liberar a la humanidad del trabajo forzado. Asimismo es el “movimiento real”, o sea, todas las tentativas teórico-prácticas de la clase obrera y los sectores oprimidos que se dirigen contra el estado de cosas. Esta unidad contradictoria de una perspectiva “trascendente” (que está más allá) y una crítica “inmanente” (que es inherente a la propia dinámica de la sociedad de clases) permite pensar las condiciones de posibilidad de un movimiento histórico y social que vaya configurando sus valores de igualdad, libertad y máximo desarrollo de las capacidades humanas, en la medida en que lucha por ellos. Desde este punto de vista, en la medida en que los marxistas no logren confluir con el “movimiento real” uniendo las grandes ideas con las luchas concretas, las condiciones para una ética socialista seguirán siendo más o menos pobres. Esto plantea a su vez la cuestión de la práctica política de los intelectuales.

En este contexto y uniendo las dos críticas que planteo a Ciencia y Utopía, sospecho que la reivindicación parcial de Rawls, Bernstein y Kant no es tanto una opción “ética” del autor sino una opción esencialmente política. En el caso de Bernstein, la “vuelta a Kant” iba inseparablemente unida a la primacía de un “programa mínimo”. En el caso del libro de Petruccelli, aunque sería burdo decir que defiende abiertamente una posición “bernsteiniana”, el recorte propuesto para pensar las tensiones entre ciencia y utopía, política y ética, al dejar afuera los aspectos de la estrategia, la hegemonía y la revolución permanente, implica dejar de lado las variantes del marxismo que buscaron unir la perspectiva comunista con los modos prácticos de llevarla adelante intentando superar el hiato entre programa mínimo y perspectiva comunista. Ciencia y Utopía tiene el mérito de problematizar estos temas y el defecto de reeditar ese hiato. 

(Texto base de la intervención oral realizada en charla presentación del libro junto con el autor, Fernando Lizárraga y Marcelo Lafón, el 18/10/2016 en la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional del Comahue, ciudad de Neuquén)

Image result for pdf

lunes, 17 de octubre de 2016

sábado, 8 de octubre de 2016

domingo, 18 de septiembre de 2016

Althusser y Gramsci (a propósito de un dossier de décalages)






Introducción 

La revista de estudios althusserianos décalages publicó en su Volumen 2 Issue 1 del mes de julio un extenso e interesante dossier titulado Althusser-Gramsci, que consta de un artículo introductorio a cargo de Fabio Frosini y Vittorio Morfino, trece artículos de diversos autores sobre distintos aspectos que van desde las lecturas de Gramsci practicadas por Althusser en distintos momentos de su trayectoria intelectual, hasta puntos de contacto y diferencias a propósito de temas como el arte, el derecho, la filosofía, la lectura sobre Maquiavelo, el Estado, entre otros. Cierra el dossier una entrevista realizada también por Frosini y Morfino con el destacado intelectual francés Etienne Balibar. 

domingo, 11 de septiembre de 2016

lunes, 5 de septiembre de 2016

Althusser lettore di Gramsci



Vittorio Morfino

Tra gli autori della tradizione marxista con cui Althusser si è confrontato nell’elaborazione della sua propria teoria, Gramsci è probabilmente la presenza più costante. Dagli inizi degli anni ’60 fino alla fine degli anni ’70 i riferimenti a Gramsci nelle opere pubblicate in vita, il riconoscimento di un debito o la presa di distanza, permettono di individuare, come su un negativo fografico, i contorni e gli sviluppi della teoria althusseriana: da Pour Marx a Lire Le Capital, da un dibattito sul pensiero di Gramsci apparso su “Rinascita” sino a Ideologie et appareil ideologiques d’Etat, e ancora da Enfin la crise du marxisme! a Marxisme comme théorie “finie”Althusser non smette di definire la propria posizione in relazione a quella di Gramsci. E, se prendiamo in considerazione i testi pubblicati postumi e i documenti conservati nell’Archivio dell’IMEC, se ne ricava un’impressione ancora maggiore: dagli anni Sessanta in poi troviamo un gran numero di estratti e di note (dalle Note su Machiavelli, dai Textes choisis di Gramsci, dal Materialismo storico e la filosofia di Benedetto Croce, infine dall’edizione critica dei Quaderni curata da Valentino Gerratana), un progetto di articolo per “Rinascita” sul tema “abbandonare Gramsci?” suscitato da Bobbio e Salvadori, il capitolo finale sull’egemonia di Marx dans ses limites, infine un testo intitolato Que faire? interamente dedicato a Gramsci e Machiavelli.

domingo, 28 de agosto de 2016

martes, 23 de agosto de 2016

Althusser e Gramsci, Gramsci e Althusser: intervista a Etienne Balibar (Fabio Frosini e Vittorio Morfino)




V. M. : Per mettere a fuoco la relazione tra Althusser e Gramsci forse possiamo iniziare ponendo una questione puntuale, e cioè quella che si delinea, se mettiamo a confronto «Contradiction et surdétermination», del 1962, dove Gramsci è definito come l’unico teorico marxista che sia avanzato nel comprendere la specificità della sovrastruttura con «idee assolutamente originali, talvolta anche geniali», e «Le marxisme n’est pas un historicisme»contenuto in Lire le Capital.

E. B. : À mon avis entre les deux il y a un point intermédiaire capital, qui est le deuxième texte d’Althusser sur la dialectique, celui qui s’appelle Sur la dialectique matérialiste. Les idées qui y sont développées ont été élaborées par lui à la fois comme un développement de ce qu’il avait déjà dit et comme une réponse aux critiques dont il avait fait l’objet essentiellement à l’intérieur du parti communiste français. Il y a une dimension de conjoncture....

Lire la suite

miércoles, 17 de agosto de 2016

El pianista, los campesinos y el sociólogo



Leo en El filósofo y sus pobres de Jacques Rancière (UNGS-INADI 2013, págs. 194/195): 

"Para quien quiere saber, de hecho, si las diferentes clases sociales son más o menos sensibles a la música clásica, un método surge naturalmente: tocarla a sus miembros. Así es como, de vez en cuando, un artista 'burgués', apasionado por el pueblo y deseoso de comunicarle los tesoros de su arte, emprende la crucial experiencia. Así, sin hacerse anunciar por la fama, Miguel Ángel Estrella transporta su piano a un pueblo de la meseta andina y procede por el viejo método experimental de prueba y error. Un error: Debussy, que mantiene a los pueblerinos a distancia respetuosa del arte. Un éxito: Mozart, que hace que se acerquen paulatinamente al instrumentista. Un triunfo, a priori imprevisible: Bach, el músico 'clasificador' por excelencia, adoptado como un hijo del pueblo por la comunidad. Este tipo de práctica es, para la ciencia del sociólogo, propio de una ilusión muy precisa: la del 'comunismo cultural'. Ilusión de hacer creer a quienes no tienen el habitus adecuado para apreciar las obras legítimas que pueden hacerlo. La temible perversidad de esta ilusión es que por supuesto, hace todo como si no fuera una ilusión. Funciona. No pierde el tiempo formando antisociólogos encargados de explicar a los campesinos que pueden apreciar la música que no está hecha para ellos. Se la hace apreciar. Directamente. Fraudulentamente. Tal es el fraude de la música."

domingo, 7 de agosto de 2016

Dialéctica y marxismo: Marx y la crítica de la economía política




Continuamos la serie de marxismo y dialéctica con un repaso sobre algunos planteos del Marx maduro en su célebre Contribución a la crítica de la economía política.

Seguir leyendo en La Izquierda Diario

viernes, 5 de agosto de 2016

Ideas de Izquierda: (Re)comenzar de nuevo



Por Jaime Ortega Reyna 

Producir un medio de difusión y de producción de conocimiento como lo es una revista no es tarea sencilla. Si realizáramos el ejercicio –como en alguna ocasión lo sugirió Horacio Crespo- de contar el número de revistas que llegan sólo a uno o dos números de vida o incluso aquellas que se quedan en la promesa de ser publicadas y no tienen una sola edición, dimensionaríamos el reto creativo, intelectual, financiero y humano que estas implican. 


jueves, 4 de agosto de 2016

Gramsci's Three Moments of Hegemony

Imágenes integradas 1

Proletarian hegemony is paramount to winning mass support and taking power, as well as during the transition to socialism. This article describes three moments, or levels of analysis with which to understand the conditions for proletarian hegemony.

domingo, 31 de julio de 2016

miércoles, 27 de julio de 2016

El marxismo y el Estado, ayer y hoy



El sábado 23 de julio se realizó la primera charla “Clásicos de Casa Marx” en Neuquén. A continuación, una síntesis de los principales debates.

Seguir leyendo en La Izquierda Diario

domingo, 24 de julio de 2016

Dialéctica y marxismo: Hegel y la Fenomenología del Espíritu




Continuamos la serie de marxismo y dialéctica con unas líneas sobre el célebre libro de Hegel, que sería punto de referencia para algunas de las reflexiones filosóficas de Marx.

Seguir leyendo en La Izquierda Diario

domingo, 17 de julio de 2016

Dialéctica y marxismo: el joven Hegel




Continuamos la serie de marxismo y dialéctica con un recorrido sumario por los orígenes del pensamiento de Hegel (1770/1831), figura central del idealismo alemán.

viernes, 8 de julio de 2016

Dialéctica y marxismo: Antonio Labriola y el método genético




El marxista italiano Antonio Labriola realizó aportes teóricos muy importantes para la comprensión de la dialéctica y el marxismo. En estas líneas, algunos apuntes sobre sus ideas.

domingo, 3 de julio de 2016

Marxismo y Dialéctica



Si reparamos en la situación actual del marxismo, la dialéctica es uno de sus componentes más desprestigiados. Durante los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, jugaron un rol central las oposiciones entre marxistas hegelianos y estructuralistas hasta el ascenso de lucha de clases de los años 70 y su posterior derrota. Luego vieno una suerte de giro "antidialéctico" que acompañó la reacción intelectual de las décadas de retroceso y restauración burguesa.

lunes, 27 de junio de 2016

Balance de las elecciones del 26J en el Estado Español


Por Santiago Lupe 


La formación del gobierno seguirá siendo un galimatías y las opciones posibles no pueden dar salida a las principales “cuestiones calientes” del Régimen del 78. El fracaso del “sorpasso” pone en cuestión la estrategia de moderación de Unidos Podemos.

Seguir leyendo en laizquierdadiaro.es

martes, 21 de junio de 2016

Maquiavelo: la pasión realista




El 21 de junio de 1527 moría Nicolás Maquiavelo, protagonista de una vida intensa, dura y apasionante, autor de destacadas obras que lo transformaron en el padre de la teoría política moderna.

Nacido en 1469 en el seno de una familia empobrecida pero con tradición en Florencia, Nicolás Maquiavelo se transformó en secretario de la república florentina el 15 de junio de 1498.

La república contaba con el liderazgo de Pedro Soderini, quien ocupaba el cargo de “confaloniero vitalicio”. Este cargo había sido instituido por presión de los nobles florentinos (“optimates”), no obstante lo cual realizarían una sorda resistencia contra Soderini hasta su caída. Maquiavelo ocuparía la Segunda Cancillería, que tenía como funciones las cuestiones internas y los asuntos militares. Desde ese lugar, realizó una serie de experiencias que le permitieron reflexionar sobre los problemas del poder, la política y la guerra.


domingo, 19 de junio de 2016

House of the Rising Sun: cuando el naciente rock británico superó a EE. UU. con música norteamericana


Por Augusto Dorado

Un 19 de junio de 1964, los ingleses The Animals realizaban una de las mejores adaptaciones de la música popular norteamericana al rock: transformaron House of the Rising Sun en un clásico inoxidable.

Seguir leyendo en La Izquierda Diario

viernes, 3 de junio de 2016

El feminismo y el socialismo son rebelión - Ana de Miguel y Andrea D'Atri

33_35_Datri-1

Luego de la conferencia “Sexualidades, géneros y neoliberalismo”, realizada en Buenos Aires en abril de este año, conversamos con la feminista española Ana de Miguel y la fundadora de la agrupación Pan y Rosas, Andrea D’Atri. En el diálogo convergieron varios de los debates que siguen siendo clave en la relación entre feminismo y marxismo, y la perspectiva que une la lucha por la liberación femenina y el socialismo.

lunes, 30 de mayo de 2016

Francia 2016: apuntes de situación

                

El movimiento de lucha contra la reforma laboral en Francia, con la reciente manifestación del 26/05 en París y el endurecimiento de la huelga de las refinerías,  ofrece algunas aristas para el análisis de ciertos problemas teórico-políticos de gran importancia para el marxismo, que demuestran de paso su actualidad. 

Señalaremos algunas de estas cuestiones, agradeciendo especialmente al compañero Damien Bernard de Rèvolution Permanente por sus aportes sobre la situación francesa y sus disyuntivas.

Los CRS no leen a Poulantzas

Venimos viviendo un cierto revival "poulantziano" animado por las experiencias de Syriza y PODEMOS. Partiendo de considerar superada toda posibilidad de "dualidad de poderes" (Trotsky), los enfoques tendientes a oponer una teoría "amplia" del Estado, caracterizada por la puesta en relieve de su base consensual y la posibilidad de una transición al socialismo sin ruptura revolucionaria han gozado de cierta fortuna durante los últimos años, como alternativa a una teoría supuestamente "restricta" del Estado entendido como órgano de opresión de una clase sobre otra (Lenin). 

El cuerpo especial de represión de la policía francesa ha liquidado en el transcurso de unos pocos meses la supremacía de estos enfoques, por lo menos en su versión más naive.

Lógicamente, esto no quiere decir que el Estado francés no se base en mecanismos de "consenso" y solamente se sostenga por la represión. Precisamente su política se dirige hacia el objetivo de terminar de liquidar uno de sus aspectos "consensuales": lo que queda de las conquistas del llamado "Estado social". 

Tampoco se puede negar la fuerza ideológica del "republicanismo", sentido común promovido desde el Estado a fin de identificar democracia y orden. Destaquemos de paso que el accionar de Hollande y Valls está generando una deslegitimación a nivel de masas de esta gran idea-fuerza del régimen burgués.
Asimismo, la política "anti-terrorista" y guerrerista de Hollande ya venía ensayando, con la implementación del Estado de emergencia, la construcción de una suerte de "consenso coercitivo" para salir por arriba, con más bonapartismo, del laberinto creado por las encerronas del capitalismo francés. 

La política de represión sistemática hacia las manifestaciones contra su reforma laboral reaccionaria, intensificada a partir de que el gobierno percibió que sería imposible imponerla de otro modo, es una buena demostración de cómo en los momentos "directamente decisivos" (es decir aquellos en los que la única opción que queda es la fuerza), el Estado "ampliado" se vuelve "restricto", transformando esta característica en predominante. 

Esto demuestra por otra parte, el error de aquellos que interpretan la teoría gramsciana del Estado integral como "más consenso que represión", pero esa es otra historia...

Estudiantes y obreros

Francia ha sido durante varias décadas uno de los "centros de gravedad" de la "muerte del sujeto". Ya en 1974 decía Jacques Rancière que las Universidades francesas estaban pobladas de legiones de académicos y estudiantes discutiendo con qué salsa se comerían al sujeto, a contramano de los obreros de la LIPP, que retomaban la palabra y la acción en defensa de sus derechos, construyendo su propia subjetividad sin preguntar a los filósofos si podían hacerlo.

En este contexto, la idea de una centralidad de la clase trabajadora en la lucha contra el capitalismo fue reemplazada, en el mejor de los casos, por las sumatorias de movimientos sociales con reclamos específicos, dígase o no, como base para una socialdemocracia de izquierda, que nunca se concretó. Con un curso creciente hacia la derecha del viejo PS y la socialdemocratización del viejo PC, quedaron los movimientos sociales como expresión de lucha constante y de impotencia estratégica simultáneamente. 

En este marco, cobraron peso tanto las propuestas de formaciones de "izquierda amplia", esencialmente electorales, tanto como aquellas autonomistas o neutopistas, basadas en acciones de pequeños grupos muy combativos pero desconectados de la clase obrera.

El actual proceso de lucha, plantea la simultaneidad y confluencia de la lucha de los estudiantes con la de los obreros, mostrando en pequeña escala todavía lo que potencialmente es una alianza revolucionaria que puede estremecer a la sociedad francesa, como ya lo hizo en el pasado. 

A su vez, demuestra el valor que tuvieron experiencias como las de Goodyear, Continental o Phillips-Dreux, en los años anteriores, que fueron el emblema de la resistencia obrera ante los despidos y cierres de fábricas, en momentos en que las grandes mayorías estaban sumidas en la pasividad.

Huelga General y Huelga Metropolitana

En ¿Adónde va Francia?, tanto como en su Diario del Exilio, Trotsky señalaba la centralidad de los sindicatos en tanto organizaciones de masas del proletariado francés, como su carácter de peso muerto, por la política de las conducciones burocráticas. 

La situación aún no es tan dramática como la de los años '30. Sin embargo, los sindicatos han mostrado ciertas líneas de acción comunes con el conservadurismo criticado por Trotsky. Frente al rol abiertamente pro-patronal de la CFDT, la CGT se ha cuidado de salir con medidas muy radicalizadas, dejando durante todo el primer período de la lucha contra la reforma laboral que los estudiantes fueran al frente del proceso. 

Obligada por la dureza del gobierno, que sancionó la ley por decreto y cuya política ataca directamente el rol de la CGT como central sindical, al promover las negociaciones por empresa y la atomización gremial, la conducción de Phillipe Martínez se puso al frente del reclamo, pero con sus propios métodos: sin un plan de acción consecuente y sin organización desde las bases.

Una vez más, como en otros momentos de la historia de Francia, se presentan los elementos de la huelga, las manifestaciones de masas en las grandes ciudades y la confluencia obrero-estudiantil, a la que ya nos referimos, junto con el fenómeno de Nuit Debout, que expresa un cuestionamiento también ideológico. Está planteada, con toda claridad, una huelga general indefinida para derrotar el ataque del gobierno. 

Trotsky señalaba también en ¿Adónde va Francia? que la huelga general plantea el problema del poder, pero no lo resuelve. Otra forma de verlo es invertir la frase: no resuelve el problema, pero lo plantea. Martínez lo sabe y no quiere llegar tan lejos. 

Pero más allá de la relación de fuerzas inmediata, la forma que asume el movimiento resulta importante para pensar las "hipótesis estratégicas" de la revolución en Francia.

Por el peso de los centros urbanos, la extensión nacional de la clase obrera, la tendencia a la confluencia de estudiantes y obreros en los momentos de ascenso y el peso de los sindicatos, La Huelga General parece ser la vía privilegiada de un futuro proceso revolucionario en Francia. 

Pero para esto, hay que pensarla como algo que vaya mucho más allá de un paro nacional de los sindicatos. Pensar la huelga general como hipótesis revolucionaria requiere acompañar esta gran acción de masas de algunos otros elementos: la auto-organización desde las bases en comités de huelga y asambleas inter-profesionales (que en este proceso no han logrado un desarrollo significativo todavía), su carácter de "huelga metropolitana" no sólo sindical sino también social, uniendo trabajadores sindicalizados, trabajadores inmigrantes y precarios y jóvenes de las grandes barriadas populares (banlieues), agrupados en organizaciones de base que unan la fábrica y el barrio y una política "hegemónica" que incorpore los reclamos de sectores medios arruinados como los taxistas y los pequeños agricultores. 

Perspectivas de más bonapartismo y lucha de clases

Hollande termina su mandato y su partido tiene todas las de perder en las elecciones de 2017. Esto explica en parte del carácter de "Todo o Nada" que le está imprimiendo a su política para imponer la reforma laboral reaccionaria. Busca dejar conquistado este "mojón" para que la burguesía pueda seguir avanzando, con el gobierno que fuera, en el camino de liquidar los derechos obreros y apuntalar la competitividad del capitalismo francés. De acá al 2017 falta un siglo en términos de lucha de clases, pero sí podemos afirmar hoy que la perspectiva de más bonapartismo, es decir de un refuerzo del autoritarismo estatal como administrador interesado del choque entre las clases, estará a la orden del día en el futuro cercano y posiblemente empiece a ser un dato permanente de la política de la Francia burguesa.

Esto indica que la batalla en curso, que no es la primera, no será la última. 

domingo, 22 de mayo de 2016

Vigencia de Gramsci (a propósito de Gramsci conteso de Guido Liguori)

Gramsci contesoGramsci conteso. Interpretazioni, dibattiti e polemiche 1922-2012. Nuova edizione riveduta e ampliata, (Editori Riuniti-university press, Roma, 2012, 472 pgs.) es un gran libro de Guido Liguori, acerca de las distintas interpretaciones realizadas en Italia sobre la obra y el pensamiento del comunista sardo, desde sus contemporáneos hasta la actualidad, ampliando la primera edición de este libro, realizada en 1996.

En razón del amplio período de tiempo abarcado por el autor, sería imposible realizar una reseña completa y detallada de todos los debates a los que hace referencia. 

Pero debemos decir que el libro cumple cabalmente el objetivo de presentar un Gramsci disputado por distintas tendencias a lo largo de los años, tanto como una historia y estado de la cuestión del desarrollo de los estudios gramscianos.

Estructurando su abordaje a través de dos interpretaciones que se enfrentan a lo largo de todo el debate intelectual italiano, a saber, la liberal-democrática y la comunista, Liguori plantea una serie de coordenadas muy importantes para comprender los múltiples "usos" que se realizaran de Gramsci, tanto como las distintas idas y vueltas del propio Partido Comunista italiano en este aspecto. 

A lo largo de sus páginas, podremos ver los diversos retratos de un Gramsci ordinovista y sovietista, otro jefe del partido y de la clase obrera, un Gramsci gran intelectual patrimonio de todos los italianos, otro traductor del leninismo al suelo patrio y antecedente de la vía italiana al socialismo, un Gramsci en oposición y/o cercanía con el estructuralismo del Althusser de la época cientificista, un Gramsci teórico del Estado ampliado, la hegemonía y el pluralismo en los años del "compromiso histórico", un Gramsci teórico de la crisis del Estado nación en los años de la globalización, un Gramsci liberal-democrático o socialdemócrata, uno partidario de la metapolítica, otro de los estudios culturales, otro de los estudios subalternos. Un Gramsci teórico de la revolución pasiva, otro de la revolución activa; entre otros. 

El libro señala asimismo cómo fue dándose el trabajo de publicación de su obra, siendo de particular interés la cuestión de cómo se fue creando entre los propios intelectuales comunistas la idea de que era necesaria una edición crítica que superara las limitaciones de la edición en libros temáticos, dando lugar a la edición crítica curada por Valentino Gerratana, publicada en 1975, la posterior puesta en marcha de la edición nacional de los escritos de Gramsci y la elaboración de la edición "Francioni" que está en preparación, que incluye los Cuadernos de traducciones (1929-1932) publicados en 2007 y ciertas modificaciones respecto de la edición realizada por Gerratana.

Intentaremos en estas líneas, además de recomendar la lectura de este excelente libro, plantear algunas cuestiones sobre las que invita a reflexionar. 

Sobrevive y serás un clásico 

Más allá de estar de acuerdo o no con las principales elaboraciones de Gramsci, nadie puede desconocer que ha sobrevivido durante largas décadas hasta el día de hoy, no sólo a sus múltiples usos (y abusos) sino a la propia caída del "socialismo real", el hundimiento del propio PCI y la crisis del movimiento obrero tradicional. Esto quizás no se expresa tanto en la continua recreación de la utilización de algunas de sus categorías, muy productivas para pensar problemas políticos varios (a lo que nos referiremos más abajo) sino y sobre todo en que sigue siendo un autor a estudiar y profundizar el conocimiento de su obra. 

Esta permanencia de Gramsci lo constituye como un clásico del marxismo y su explicación posiblemente radique en algunas cuestiones como: 

-La amplitud de temas sobre los que reflexiona desde los temas más propios del marxismo clásico hasta otros como los intelectuales, la literatura, la cultura popular y el folklore, el lenguaje, la escuela, etc. A esta amplitud se suma que los temas son tratados con gran agudeza, por lo cual sus observaciones siempre sirven para pensar. 

-El tratamiento de la problemática filosófica del marxismo en términos críticos respecto tanto del llamado marxismo soviético como de las corrientes idealistas, lo cual le permite adelantarse a divisiones propias del marxismo filosófico de los años de la segunda posguerra como las de hegelianos y antihegelianos, humanistas y antihumanistas, subjetivistas y estructuralistas, entre otras. Frente a todas estas tendencias que fueron unilaterales, la lectura de Gramsci, que reivindica la filosofía de la praxis como una tendencia independiente de todas las corrientes burguesas, pero obligada a un trabajo de "traducción" de lo más avanzado de aquellas (criterio que guía sus polémicas contra Croce). Esta reivindicación de una "ortodoxia" que reside en la combinación del carácter autosuficiente en sus fundamentos y abierto en su actitud polémica del marxismo le ha permitido establecer una posición original en el problema filosófico, que logró superar el paso del tiempo. 

-Reflexiona sobre problemas de estrategia y teoría política tales como los de las relaciones entre guerra de movimiento y de posición, revolución permanente y hegemonía, Estado integral, sindicatos y partidos como órganos de policía, relación entre coerción y consenso para establecer la dominación burguesa, crisis orgánica y revolución pasiva sobre los que forzosamente debe preguntarse toda organización política, movimiento social, obrero o popular que se proponga algún tipo de enfrentamiento serio con el orden capitalista y su Estado. Aquí la productividad de categorías como las de crisis orgánica, revolución pasiva y hegemonía resultan centrales para comprender los modos en que entra en crisis la autoridad estatal, aquellos mediante los que busca recomponerse y las problemas que debe afrontar la clase trabajadora si quiere superar un estadío de lucha parcial y adquirir una ubicación política. 

Hegemonía, reforma y revolución 

Si bien el libro tiene el objetivo de ofrecer un compendio de los principales debates sobre Gramsci sin dar un lugar excesivo a las opiniones del autor, que introduce algunos comentarios críticos respecto de distintas lecturas pero con muchísima sobriedad, hay dos ideas importantes que hacen a la propia lectura que Liguori realiza de Gramsci, que son para destacar. 

Una es la idea de que la teoría de la hegemonía presupone la existencia de clases sociales. Esto puede parecer una obviedad desde el punto de vista del marxismo, pero la amplia difusión de la concepción de Laclau, que se basa precisamente en asimilar todo punto de vista de clase con un esencialismo y la hegemonía como su superación, la hace muy pertinente. El desconocimiento de los intereses de clase, que remiten a la estructura social capitalista, trae aparejada la división de las clases subalternas en distintos movimientos organizados alrededor de issues (es decir temas, cuestiones o problemas) referidos a reclamos puntuales y/o sectoriales, es decir que no sobrepasan el horizonte del capitalismo. En este sentido y contra los ríos de tinta que se han escrito al respecto, la hegemonía es inseperable del horizonte de lucha anticapitalista. 

En segundo lugar, frente a aquellos que buscan presentar a un Gramsci que se separó del bolchevismo y el comunismo y se allanó a las mieles de la democracia liberal, para Liguori el comunista sardo construye en los Cuadernos de la cárcel una concepción que supera la oposición entre la lucha por reformas y la lucha por la revolución, caracterizada por una prefiguración "procesual" de la revolución, en términos similares  a los planteados por Carlos Nelson Coutinho en Marxismo y política. La dualidad de poderes y otros ensayos

La cuestión de la teoría de la revolución presente en los Cuadernos de la cárcel, no resulta para nada sencilla. Algo hemos escrito en los artículos Hegemonía y revolución permanente y Gramsci: tres momentos de la hegemonía

Pero la formulación que realiza Liguori resulta asimilable a las estrategias desarrolladas por Togliatti -muy respetado por el autor- durante la segunda posguerra y al eurocomunismo de Berlinguer, sin establecer los nexos posibles entre estas y la posterior disolución y transformación del PCI en PDS. 

En este sentido, si bien en líneas generales resulta correcta la idea de que Gramsci plantea una concepción de la revolución como proceso de largo aliento o de más largo aliento que en la concepción de Lenin y Trotsky -para ellos también se trataba de un proceso y no de una mera explosión a la manera de un acontecimiento-, el análisis por Gramsci de los problemas político-militares de la revolución excede la imagen que opone "proceso" y "explosión" de modo rígido. 

Gramsci para todos

Por último, resulta muy destacable la idea defendida por el autor de que el creciente desarrollo de estudios filológicos cada vez más detallados, precisos y hasta perfeccionistas es absolutamente necesaria pero no debe transformarse en una barrera para el lector no iniciado. 

El conocimiento de las ediciones críticas, así como de los estudios gramscianos resulta clave para quienes busquen indagar de modo preciso en su pensamiento, pero no debería transformarse en un fin en sí mismo, como si se tratara de un pensador cualquiera, por lo que su "uso" para pensar las condiciones actuales de lucha contra el capitalismo resulta indispensable. 

En este sentido, frente a ciertas posiciones "aristocráticas" que buscarían igualar a Gramsci con Bruno, Plotino o Vico, cabe la respuesta de Fabio Frosini, citada por Liguori: "Gramsci no es Plotino, ni jamás lo será, mientras el mundo esté marcado por desequilibrios, injusticias y conflictos". 

martes, 17 de mayo de 2016

Dossier: Hegemonía

"Visión de Tondal" del taller de El Bosco. Conservado en el Museo Lázaro Galdiano

A pedido de los lectores y las lectoras, continuando con la seguidilla de dossiers de los galos de Asterix, ofrecemos en esta oportunidad uno sobre la cuestión de la hegemonía, con varios artículos, escritos junto con Fernando Rosso o a título personal, que abordan el tema desde distintos ángulos, como las relaciones entre hegemonía y determinación de clase, la cuestión del estado, la política nacional y el internacionalismo, los gobiernos "populistas" en América Latina, las relaciones entre hegemonía y revolución permanente, los problemas de la estrategia marxista y la construcción del socialismo.

Pasen y vean.




La hegemonía débil del "populismo"

Hegemonía y Revolución Permanente

Gramsci: tres momentos de la hegemonía