domingo, 24 de julio de 2011

Para seguir el debate sobre la izquierda y la proscripción

Anoche posteé un intercambio de pareceres con Rodolfo Canini, motivado en un post anterior, referido a la política proscriptiva hacia las minorías y la izquierda, llamando a apoyar al FIT de cara a las primarias del 14 de Agosto.

Me parece importante retomar algunos elementos de la discusión con el diputado Canini, porque en sus argumentos sintetiza bastante de lo que vienen planteando sectores del kirchnerismo para defender la política contra la izquierda.

En primer lugar, dice que una corriente que no llegue al 1.5 % de los votos no es una amenaza para nadie, a lo que agrega que los procesos en los que tiene peso la izquierda son minoritarios. Sobre lo primero, lo cierto es que si no somos una amenaza para nadie ¿por qué entonces imponernos un piso para poder presentarnos en las elecciones de Octubre?

Como dice un amigo acá  "... pocos países en el mundo tienen un sistema electoral tan mala leche como el impuesto por el kirchnerismo. Salvo un par de naciones, en todo el Cono Sur no existe una ley que exija un mínimo de votos para mantener la legalidad. En Colombia, tierra de sicarios, violencia paraestatal y democracias sometidas a las voluntades del Imperio, un partido político existe por estar inscripto en la Cámara Electoral por medio de una presentación de su plataforma política. En la democracia de Santos, continuador del derechista Uribe, fusilador de guerrilleros de las FARC, no se exige que los partidos políticos cuenten con determinado numero de afiliados antes de presentarse a una elección. Si no se llega al 2% del padrón electoral la legalidad se pierde, es verdad, pero presentando de nuevo la carta orgánica de constitución del partido político ante la Cámara Electoral el partido vuelve a existir en la próxima elección. Pucha, hay que esmerarse para hacer una ley que nos deje a la derecha de Colombia, ¿no? Pero aguarde doña, que hay más. En Brasil, hormiguero humano, te piden como medio millón de adhesiones a nivel nacional, un montón, pero una vez conseguidas estas no se caen con el correr del tiempo, ni está su supervivencia anexada a los resultados electorales. Nada mal, pero ojo que progresismo, lo que se dice pro-gre-sis-mo, hay en Bolivia. Allí basta con la mera constitución del partido en asamblea pública y la votación de una carta orgánica del partido ante Escribano y, pasados los 30 días, la Corte Electoral habilita al partido fundado a iniciar sus actividades partidarias. El único requisito para disputar el Palacio Quemado de La Paz es el haber hecho este trámite 90 días antes de la elección."

Hay que tener estómago para defender una legislación electoral más de derecha que la de Colombia ¿no le parece? Pero insisto, si somos taaaan inofensivos ¿cuál es el problema con que podamos presentarnos en las elecciones de Octubre? En esto, los progresistas del kichnerismo están incluso por detrás de algunos exponentes del "peronismo tradicional". Pero bueno ... nadie es perfecto...

Sobre lo que dice acerca de Kraft, Zanon, etc., insisto no sólo en que el gobierno no opina lo mismo, sino que en la propia UIA están advirtiendo sobre las posibilidades de "descontrol sindical" y dicen que lo peor que podría pasar es un nuevo Kraft.  O sea, que más allá de las cuestiones cuantitativas, el sindicalismo de base golpea ciertos lugares fuertes de la patronal, incluso algunos de ellos en determinados momentos actúan como verdaderos centros de gravedad, cuanto se dan conflictos-testigo como el de Kraft.

Resumiendo, tenemos pocos votos, es cierto, pero el peso social de la izquierda es mucho más amplio que su caudal de votos (no por nada acá en Neuquén, llevando como candidatos a referentes obreros reconocidos como López y Godoy hicimos un buena elección a nivel provincial).

Borrar a la izquierda del escenario electoral sería un golazo para las patronales que se verían con las manos aún más libres para atacar a los delegados y comisiones internas antiburocráticas, que Canini dice valorar y respetar.

Por otra parte, no es cierto que los trotskistas seamos parte de la tradición de izquierda gorila que apoyó el golpe del '55. Si quiere investigar un poco más, puede meterse en este link. Al final hay una serie de consideraciones sobre el rol del trotskismo en la tradición nacional que vienen al caso. 

Por último, sobre nuestra lectura del kirchnerismo, puede leerse acá. No sé de dónde sacó Canini que no hacemos análisis de los procesos o que somos fanáticos de la lógica formal.

Y les digo más, si están tan convecidos de que este mecanismo de proscripción es taaaan maravilloso, me imagino que Canini y todos los que opinan como él, nos votarán en las primarias para que nuestra caracterización de que es un mecanismo proscriptivo no se vuelva una profecía autocumplida, de las que tanto nos gustan a la "izquierda dogmática" ¿No les parece?
 
 

6 comentarios:

DP dijo...

Es evidente que el señor diputado no tiene ni un gramo de democracia en su cuerpo y mente: la ley es proscriptiva en tanto y en cuanto busca que desparezca la izquierda militante, que aún sacando pocos votos existe (como explica bien Juan, en los lugares de trabajo y estudio)... y tiene derecho a existir ya poder expresarse en el "escenario electoral".
No hay más misterio: la burguesía y sus partidos buscan recomponer el bipartidismo implosionado a fines de 2001, y para eso nosotros somos, si no "amenaza" sí alguna clase de "competencia molesta" en estas instancias políticas.

Como indican con claridad nuestros spots y materiales camino a las (proscriptivas) primarias, la nuestra es la única voz que existe (y actúa) en defensa de los trabajadores y trabajadoras, los jubilados y la juventud.
Con este nuevo reglamento electoral quieren que sólo hablen las grandes máquinas políticas del sistema capitalista.

saludos
DP

Trapito dijo...

Agrego una cosa mas a lo que decís, Juan. El Estado ya aseguró que esta eleccion no centralizará la distribución de boletas en los colegios (como venia siendo hasta ahora)quedando dicha distribucion en manos de las propias listas. Es tan infame esta reforma politica que pone en "pie de igualdad" al aparato de punteros del PJ con las fuerzas militantes de la izquierda.

JDM dijo...

Gracias por los comentarios.Santiago, tenés razón, me olvidé de mencionar la guachada esa de las boletas, que no es un detalle menor. Buen toque de atención.

Anónimo dijo...

Compañeros, comparto por completo que esta ley es antidemocrática y propia de un gobierno fascista, pero no que se haya hecho con el único fin de proscribir a la izquierda. El objetivo central de la ley es consolidar el bipartidismo y, para ello necesitan proscribir a todas las minorias, no sólo a la izquierda.
Por otra parte, no veo nada de autocrítica en las organizaciones de izquierda; creo que habría que preguntarse por qué las organizaciones más importantes (numéricamente) de la izquierda juntas, no pueden obtener 4000.000 votos de la clase mayoritaria, a la que dicen representar. Algo se tiene que haber hecho mal para que Altamira y Castillo tengan que basar su campaña en lloriqueos histéricos suplicando que los voten.
Saludos, AT

JDM dijo...

Estimado AT, al margen de que me parece un poco arbitrario lo de los "lloriqueos histéricos", estoy de acuerdo en que la ley no es solamente contra la izquierda en particular, sino también contra las minorías en general. Respecto de la "autocrítica" por reducido del caudal de votos de la izquierda, me gustaría saber a qué lo atribuye usted, para poder seguir la discusión más dialógicamente.

Anónimo dijo...

Compañero, la autocrítica no debe limitarse sólo al bajo caudal de votos obtenidos por las organizaciones de izquierda, sino a las causas de ello.
Vivimos en un pais con un alto índice de exclusión social, evidenciado, entre otros, en la enorme cantidad de pobres y carenciados, la desnutrición, la mortalidad infantil por causas evitables, el analfabetismo, etc., con un gobierno fascista que, en ese contexto, se jacta de tener superávit fiscal, el cual se logra, en gran medida, gracias a los bajos salarios, la precarización laboral (contratos y tercerización)y la desocupación.
En ese marco, las organizaciones de izquierda, deberían tener un grado de inserción e influencia en las masas que no tienen, salvo en hechos puntuales como, Kraft, Zanón, Hospital Francés entre otros, que son importantes pero muy limitados. Sin embargo ello está muy lejos de ser así.
Los que nos definimos de izquierda, marxistas, socialistas, comunistas o revolucionarios, no podemos seguir argumentando como causa, la derrota de los '60 y los '70 o, peor aún, decir que nuestra escasa influencia se debe a que las masas están atrasadas y no nos entienden. A mi entender, la única forma de superar estas limitaciones, es debatir en forma fraternal pero sin ocultar los errores de la izquierda, si no somos capaces de hacerlo, no debemos, por una cuetión elemental de dignidad, andar por ahí llorando, como en la publicidad del FIT, para que nos voten.
AT