Estoy leyendo con gran interés el libro Nueve Lecciones sobre economía y política en el marxismo, editado por Horacio Crespo, que nos permite profundizar en la concepción teórica del referente de los gramscianos argentinos, cuya estrategia criticamos en un viejo artículo, acá.
Por la dispersión que me caracteriza, voy leyendo a paso de tortuga (como le gustaba construir el socialismo a Bujarin) así que me propuse hacer un post por cada una de las "lecciones", tomando los temas que a mi entender más se destacan, para continuar las reflexiones planteadas en estos dos posts.
En el caso de la primera lección, me parece destacable cómo plantea las relaciones de Marx con Hegel y las características del materialismo de Marx.
Me parece un mérito la forma en que Aricó traza una relación entre la crítica de Hegel a la sociedad burguesa y la realizada por Marx, partiendo de que el gran idealista alemán hacía una crítica inconsecuente pero tomaba de la economía política inglesa el trabajo como una categoría central, que aparece en la dialéctica del amo y el esclavo como condición de posibilidad de la emancipación de éste último.
Marx sostiene en los Manuscritos de 1844 que haber planteado el trabajo como autoproducción del hombre es uno de los grandes méritos de la Fenomenología del Espíritu, aunque Hegel en lugar de criticar la alienación concreta, ubicaba este proceso como parte de la alienación del pensamiento abstracto respecto de sí mismo, que se objetivaba en figuras diversas para luego volver a la unidad en el Espíritu Absoluto, dejando de lado el proceso real.
La Ideología Alemana profundiza esta orientación teórica planteada por Marx, en la cual se aleja de la idea abstracta del trabajo en general para desarrollar la historia crítica del surgimiento de la propiedad privada. Quizás la forma en que Aricó plantea la continuidad entre la dialéctica del amo y el esclavo y la teoría de la lucha de clases entre burguesía y proletariado, a través de la reelaboración de Marx, es un poco lineal, principalmente por el enfoque idealista predominante en Hegel: la figura de la lucha por reconocimiento y la de que el esclavo trabaja al servicio de una idea. Marx no sólo reelabora la temática hegeliana sobre estos temas, sino que la supera con una concepción mucho más concreta tanto del trabajo, como de la lucha de clases. Esto lo dice Aricó, pero en esta continuidad que traza tiende a ser un poco esquemático.
De todos modos, creo que lo positivo de este enfoque de Aricó es que plantea más concretamente un aspecto de las relaciones entre Hegel y Marx que muchas veces es soslayado por los marxistas cientificistas como Althusser o exagerado por los marxistas hegelianizantes como Lukacs. Ligado a esto, el abordaje de las Tesis sobre Feuerbach profundiza la idea del paso de la filosofía a la práctica revolucionaria, rescatando una redefinición de "naturaleza" como naturaleza social del hombre o socialidad humana, que a su vez se relaciona con la definición del comienzo en la que sostiene que hay que pensar el marxismo como una teoría de la revolución.
Aricó rescata asimismo el pasaje sobre materialismo de La Sagrada Familia, para señalar que a diferencia de la tradición marxista italiana de posguerra, que ligaba a Marx con Kant, el retorno al "intelecto" contra la tradición racionalista, tiene que ver en Marx más con la influencia del materialismo anglo-francés y no con Kant. Dice que Marx se ubica decididamente del lado del intelecto contra la razón hegeliana, reivindicando el sano sentido común contra las abstracciones surgidas de la descomposición del hegelianismo.
Esto me parece interesante en cuanto al debate sobre las filiaciones de Marx con otros pensadores, pero en cierto modo plantea más problemas de los que resuelve. Si bien es innegable la filiación de Marx con el materialismo anglo-francés, la crítica por Marx del "materialismo anterior" realizada en las Tesis sobre Feuerbach, va más allá de la reivindicación del mismo planteada en el fragmento sobre materialismo de La Sagrada Familia.
En las Tesis, Marx no plantea únicamente una salida de la teoría abstracta en beneficio de la práctica, sino también como el mismo Aricó señala, una concepción distinta de la teoría, porque el concepto de praxis une práctica y teoría de la práctica, tendiendo a constituir una totalidad que supera las determinaciones del intelecto. Aricó dice que Marx tardará varios años en desarrollar una teoría del conocimiento superadora, pero esta está planteada potencialmente en las Tesis sobre Feuerbach y hace a la concepción de ciencia que Marx desarrollará posteriormente. Separando estos aspectos, Aricó tiende a crear un dualismo entre teoría de la práctica y teoría del conocimiento en el momento de "ajuste de cuentas" de Marx con su pasado filosófico, que las Tesis sobre Feuerbach dejaron atrás.
2 comentarios:
Juan: perdón por la demora. Me pareció muy bueno el post y sobre todo la relación entre Marx y Hegel.
De Aricó, me llamó mucho la atención la comparación entre La dialéctica del amo y el esclavo y la maduración de la conciencia de clase que hace en la página 17.
A estas discusiones teóricas, creo que hay que sumarle, como escribió DP en El Diablo, que el capítulo tiene algunas cuestiones de discusión estratégica que son centrales, sobre la III Internacional.
Acá pego el comentario que dejè en El Diablo y que, en cierto sentido, enlaza la concepción más general del marxismo de Aricó y algunas de sus definiciones sobre estrategia, por lo menos en este capítulo.
un abrazo
Eduardo
Demian: me parece muy bueno el post. A mí me quedó la misma sensación del capítulo, sobre las cuestiones estratégicas que plantea como “al pasar” pero tienen profundas implicancias. Tengo la impresión de que, en su intento de separase de un marxismo mecanicista como el que postulaba el estalinismo, Aricó menospreció las actualizaciones dialécticas (y no mecánicas) del marxismo en el siglo XX.
De hecho, uno de los puntos que plantea con insistencia es que la obra de Marx, centralmente El Capital, quedó inconcluso. Esto, que es “una parte minúscula del proyecto” (pág. 30) sería lo que marcaría el marxismo a posteriori. Afirma, dos renglones más abajo que “sobre esa pequeña parte, creyendo que era el todo de la teoría marxista, se han construido interpretaciones, concepciones, teorías”. En la página siguiente, retoma la idea y escribe “quisiera terminar recordando que sigue incompleto el proyecto indicado por Marx. Aún queda por deducir de la base real el conjunto de la superestructura ideológica; aún queda por hacer el examen exhaustivo, completo, de la base real sobre la que se despliegan aquellas superestructuras” (31-32)
Precisamente en ese intento de no hacer un marxismo mecanicista, creo que termina extrapolando los elementos que le parecen deterministas, pero sin ver las actualizaciones del marxismo, como la Teoría del desarrollo desigual y combinado, la misma Teoría de la revolución permanente (que se opone por el vértice a cualquier tipo de determinismo económico) o incluso la misma teoría del imperialismo.
Todavía no paso de la Lección Primera. En todo caso hay que ver como toma estas discusiones en las siguientes lecciones.
Hola Eduardo, en cuanto a la cuestión estratégica, en este texto Aricó parece más cercano aún a la socialdemocracia por la línea de que el capitalismo se puede regenerar infinitamente, pero todo a su tiempo. En cuanto a la concepción más general, yo por lo menos tengo que estudiar completo el libro. Hasta acá puedo decir esto respecto de la discusión sobre Marx, Hegel, etc, en la cual me parece que hay bastante eclecticismo en Aricó. Slds.
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