lunes, 19 de marzo de 2012

El Maestro de Kung Fu

Por una cuestión de temperamento, a veces me veo obligado a reflexionar sobre las confluencias limitadas pero ciertas entre marxismo, budismo y artes marciales (sin intenciones de dejar asentada ninguna innovación doctrinaria).

Así que bue, va un poema del peruano José Watanabe que me hizo leer hace un tiempo mi hermana Daniela, lleva el título de este post y viene al caso:


Un cuerpo viejo pero trabajado para la pelea
madruga y danza
frente a los arenales de Barranco
Se mueve como dibujando
una rúbrica antigua, con esa gracia, y
sin embargo, está hiriendo, buscando el punto
de muerte
de su enemigo, el aire no, un invisible
de mil años.
Su enemigo ataca con movimientos de animales
agresivos
y el maestro los replica
en su carne: tigre, águila o serpiente van sucediéndose
en la infinita coreografía
de evitamientos y desplantes.
Ninguno vence nunca, ni él ni él,
y mañana volverán a enfrentarse.
-Usted ha supuesto que yo creo a mi adversario
cuando danzo- me dice el maestro.
Y niega, muy chino, y sólo dice: él me hace danzar a mí.

2 comentarios:

L6944 dijo...

Creo que no entendí
¿Me explicas?

JDM dijo...

Estimado/a L6944: La intro es en tono de broma, porque obviamente el marxismo y el budismo no tienen nada que ver desde el punto de vista ideológico. Sin embargo a veces la vida obliga a tener una paciencia extrema similar a la de los monjes. Lo otro es un bello poema, que quería compartir con los lectores de este blog (pensándolo mejor, los conceptos del Maestro son más taoístas que budistas. No sé si esta explicación le viene bien. Un abrazo.