Un muchacho entre astrólogo y hippie me prestó por primera vez un TDK de 90 minutos con temas de Pescado Rabioso, el mismo año que sonaba fuerte el segundo disco de Divididos ("Acariciando lo áspero) y me sumergía con entusiasmo en esa mixtura grossa, contradictoria y sugerente que se conoce como "rock nacional".
Unos años después lo ví tocar en vivo en el Velódromo de la Ciudad de Buenos Aires y constaté que además de un gran compositor era un virtuoso con la viola. Muchos recordarán ese recital porque fue el primero después de un buen tiempo sin tocar en vivo. La rompía...
Un pequeño homenaje con un tema de esos que hizo época...
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