La vida a veces parece un eterno retorno a la música de La Renga. Capaz por esa onda libertaria y de "sendero del guerrero" que tienen sus temas. En este caso, para enfrentar un época de desvergonzados que defienden con la misma cara de póker la anulación de la obediencia debida que la represión en Tinogasta, "militantes" por el sueldo de funcionario, menemistas devenidos kirchneristas para mejor restaurar el menemismo, autonomistas renegados que descubrieron las mieles de la gestión estatal y un montón de giles que dicen representar al pueblo pero nunca pisaron una calle de barrio por temor a que los afanen. Se hacen los wachiturros y tienen menos calle que Venecia.
Y nunca falta, por supuesto, un pequeño toque autobiográfico. Para algo, este es mi blog....
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