Leo en Los Lemmings y otros (Santiago Arcos Editor, 2010) de Fabián Casas (que oportunamente me regalara la Bruja Buena) un relato que se llama "M.D. divaga sobre un trastorno" y transcribo un poquito para los amigos:
Una vez el japonés Uzu me contó una historia increíble... Me acuerdo como si fuera hoy ... Estábamos en el zaguán de la casa de Andrés, era de noche... Esteee... Cuenta la historia de un samurai muy grosso, que se llamaba Bokuden... Yo me lo imagino a este Bokuden como esos japoneses de las películas de guerra que pasaban en Sábados de Super Acción .. ¿Se acuerda, doc?... Bueno, Bokuden, decía Uzu, iba en una barca muy chica, cruzando un inmenso lago, con varias personas... Vendedores... Y entre ellos otro samurai... Con la mente en blanco ... Sentado con los brazos cruzados.... Este samurai era un fanfa tremendo, decía Uzu... Y ¿vio que los fanfas no se bancan que uno no les dé bola? Entonces éste se paró y le dijo a Bokuden: puedo ver por tu espada que sois un samurai ¡y te reto a una pelea de espadas!... Bokuden ni pispeó... El samurai fanfa se puso en llamas: os mataré maldito cobarde si no me contestáis, le dijo... El Japonés lo contaba así, como los gallegos... Entonces Bokuden le dijo que él practicaba el arte de la no espada... ¿la caza doc? El arte-de-la-no-espada dijo Uzu que dijo Bokuden... El otro se retobó más ¡no sé qué es eso pero te reto a duelo igual! Entonces Bokuden se paró y le dijo que iba a pelear con él, pero que no iba a usar su espada ya que practicaba el arte de la no espada. Y también le dijo que era mejor que esperaran a llegar a tierra para pelear. El samurai fanfa se salía de la vaina porque se daba cuenta de que Bokuden lo estaba chamuyando... La gente que estaba en la barca estaba mosca... Finalmente Bokuden le pidió al que remaba que se acercara a la tierra para que pudieran pelear... Cuando el bote estaba a un toque de la arena el samurai fanfa saltó de la barca al mismo tiempo que desenvainaba y le gritó a Bokuden: forro, ¡tus días están contados! Bokuden ni se inmutó, aún arriba de la barca desenvainó su espada y se la dio al barquero y le pidió a éste el remo. Lo clavó en la arena y empujó hacia atrás... Dándole dirección al bote de una manera violentísima... De nuevo hacia el corazón del lago... el samurai fanfa se quedó de piedra viendo como Bokuden y la barca se alejaban... Mientras el fanfa se hacía cada vez más chico en la arena, y cuando ya su silueta casi cabía en un chocolatín Jack, Bokuden le gritó: ¡ése es el arte de la no espada!
.... A veces, cuando me imagino que estoy solo... (...) ... cuando me doy cuenta de que el universo es un lugar de mierda y se me inclina la cancha porque me melaron a full... pienso en Bokuden... en la forma en que Uzu lo contaba... estábamos en el zaguán... era de noche y afuera garuaba... ¿Quién es el que se mantiene completamente solo, sin compañía, en medio de los cien mil objetos? Gritaba Uzu para arengarnos. ¡Nosooootros! contestábamos a coro aunque no entendíamos de qué poronga hablaba... ¡Nosooootros! Se me pone la piel de arpillera, ¡toque, doc, toque!
(Yo también tuve un amigo japonés y dos coreanos, pero el primero era muy callado y los otros dos unos verseros bárbaros. Se guardaron toda la sabiduría budista, parece...)
3 comentarios:
El boedismo zen es un arte. Yo tenía amigos laoseanos que en su país eran budistas y acá los cristianizaron. Así que nunca me dijeron sus seretos jaja. Está muy bueno este relato. Me encanta. Gracias por volverlo a traer a mi memoria.
Me parece que lo del arte de la "no-espada" está tomado en versión libre. En "La sabiduría de la mente inmóvil", el monje Zen Soho Takuan hace referencia al arte de la no espada como una técnica de combate en la que el luchador que iba desarmado se valía de la espada del contrario para vencerlo. De todos modos, el contenido es el mismo. Gracias por comentar en el blog.
blogger me exige: demuestra que no sos un robot
te juro que el captcha dice
glyocto Cavallo.
blogger te está cargando, flaco...
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