domingo, 15 de mayo de 2011

Los domingos a la tarde se nota que ya no somos chicos

Es una típica tarde de domingo patagónica soledad solari, de esas en que a la hora de la siesta no vuela ni una mosca por miedo a que la caguen a trompadas los durmientes. Tiene esta tarde algo porteño: un cielo gris, con un dejo de humedad que pinta transformarse en garúa de un momento a otro. Mails van y vienen por el Frente de Izquierda. Hago una pausa y pienso en escenas de mi infancia y sus protagonistas: Néstor, que fue el único que vino a mi cumpleaños de 6 con un par de medias y salvó las papas. Después creció, jugó muy mal al fútbol, chocó contra una vidriera con la moto y terminó de asesor de un diputado del PJ. Hace cinco años, me lo crucé por la calle y no me reconoció. El Negro Jorge, que me prestaba el Western Bar y me pedía que lo acompañara hasta Acoyte y Rivadavia a comprar mentolados More. Por el camino me contaba sus conquistas en St. Thomas, que para mí con varios años menos parecían relatos de Marco Polo. El chino, que un día apareció de la nada,  le pateó la cara a Néstor, volvió de la colimba hecho un ropero, diciendo que se iba a meter en un templo Shaolin por Ramos Mejía y a los pocos meses parecía un esqueleto. No lo ví más. Espero que no se haya muerto. Martín Morales, que lo cacheteó al Peruano por decirle "puto". Ale Crespo, que iba a Torino en Boedo y le decía al mozo que buscara cambio porque iba a pagar con plata grande y un día se murió en un accidente en moto. Radamés, Javier y otros con los que íbamos a todos lados y jugábamos con la Comodore 64. Mi amigo Tito, con quien almorcé el otro día en un bodegón del bajo porteño, constatando ambos que ya no somos chicos.

Para todos ellos, esta canción que habla sobre cómo lo que aprendimos en el campo de juego nos sirvió para pelearla afuera de grandes.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Igual, yo asumí con "robustez" la adultez gallega y me pedí el solemne mondongo de la casa...vos decidiste mantener la línea y te mandaste el pollito con puré...Pensé que nos iban a echar: casi un plato fuera del menú para los parroquianos porteños del bolichón.
¡¡¡Lindo domingo inspirador de "saudade"!!!.
Como siempre,un gran abrazo amigo.
Tito

JDM dijo...

Disculpame Tito, pero cuando eras pendejo morfabas en iguales proporciones. No me chamuyes con la adultez!!!!