Por Darío Martini.
Desde los fervientes “cien días” de Roosevelt en 1933 no se seguía con tanta atención el período inmediatamente posterior a la asunción de un presidente en los EE.UU. Hoy, Barack Obama muestra un balance acorde a lo requerido por el cargo. La continuidad con la política estratégica del imperialismo norteamericano es una firme constante en estos novísimos cien días del flamante mandatario.
A solo horas de haber asumido, Obama hizo de sus primeros fuegos bombardeando el territorio de Waziristan, al norte de Pakistán. Ocho personas murieron en esa oportunidad sumándose a una lista de más de doscientas victimas desde que estos bombardeos comenzaron en 2006. Se calcula que solo el 2% de las mismas pertenecería a Al qaeda.[1] Mientras tanto, Hilary Clinton, acaba de reprender al gobierno de Islamabad[2], la capital de Pakistán, acusándolo de ceder terreno deliberadamente a los talibanes en el norte.
EE.UU abandonada abiertamente a su viejo aliado contra la URSS en tiempos de la invasión a Afganistán en los ochenta por su nuevo soldado regional, la India.
Luego de los atentados en Mumbai y del atentado en noviembre del año pasado a la embajada India en Kabul, este enemigo eterno de Pakistán y campeón del ultranacionalismo, comenzó a recibir apoyo abierto por parte de los norteamericanos. Islamabad cayó en desgracia, y con ella se abre un posible nuevo escenario muy escasamente maniobrable para los EE.UU, otra nueva y más consolidada frontera de batalla y otro intento más (y van…) de frenar su decadencia en el terreno geopolítico internacional.
Por otro lado Obama anunció pomposamente que las tropas se iban de Irak para 2011, lo que no dijo es en que situación queda este país luego de la aventura guerrerista por sus tierras.
Irak no para de arrojar enormes cifras diarias de muertes por la guerra latente entre facciones. De asegurarse un gobierno adicto en Irak, cosa más bien difícil frente al avance como potencia regional que consolidó Irán por consecuencia misma del desmanejo norteamericano en la guerra, Obama intentará seguir reforzando la presencia norteamericana en Afganistán y seguirá exigiendo más compromiso por parte de sus aliados europeos[3]. Ya se están enviando más tropas y las casetas civiles que registran el transito en ese país serán custodiadas por soldados de EE.UU.
Mientras tanto y en el terreno doméstico, el senado publicó un informe sobre las torturas aplicadas a detenidos árabes bajo la administración Bush. Se hace realidad lo que se oía a gritos; George Bush, Dick Cheney, Donald Rumsfeld, Collin Powell y un puñado de oficiales superiores pusieron premeditadamente en marcha un plan de interrogación con el uso de técnicas brutales por las que se sabían estaban fuera de la ley. De ahí los documentos; memos retroactivos a una futura cobertura legal por las atrocidades que ya se estaban cometiendo en el terreno bajo ordenes de la Casa Blanca y el Pentágono. Estos tormentos fueron usados para hacer decir “algo” a los detenidos que liguen a Al qaeda con Irak y que justifiquen la guerra del 2003. El consenso sobre este tema entre altos oficiales en 2002, terminó de arrojar por la borda el perfil de campeón de los derechos humanos que EE.UU siempre se arrogó impunemente durante la guerra fría y los noventa.
El argumento era simple, no sería “tortura”, solamente se utilizarían métodos y técnicas “aplicadas a soldados norteamericanos bajo entrenamiento militar”.
Se aprobó el uso del programa SERE (Supervivencia, Evasión, Resistencia y Escape), utilizado en la guerra de Corea por el ejercito para dar a los pilotos y soldados una “muestra” de las torturas utilizadas por los norcoreanos[4].
No se pueden desligar estos casos a la degradación que sufrieron los derechos y libertades civiles en los años de la era Bush y lo que esto significa. No fue algo aislado, fue parte de un plan que apuntalo toda una serie de leyes reaccionarias tendientes a un mayor control de la población interna para poder sostener guerras imperialistas en el extranjero.
Decía Bush hace dos años: “Quiero decirle al pueblo americano, primero que; tengo la autoridad para hacer esto. Segundo; protegerlos es parte de mi trabajo, y tercero; estamos custodiando sus derechos”.[5]
Si los casos de torturas se investigaran, rápidamente la cadena de mandos se nos iría revelando (burócratas y militares de por medio). Contratistas, agentes de la CIA, lobistas y jueces, todos estarían envueltos. Nuevos velos se correrían y más argumentos contra los que sostienen en pié el sistema de impunidad saldrían a la luz. Obama se apresura entonces a denunciar la tortura y juzgar oportuno dejar de utilizarla. Pero investigar más y juzgar lo acontecido es ir contra el Estabishment, y significaría sacudir más las cosas en medio de la crisis económica. Obama, como parte del mismo, ni sueña con hacerlo. Eso si, le gustaría que los ritmos con que se destapan las ollas podridas de la era Bush se desaceleren un poco.
Obama en el poder saludó a George Tenet, el director de la CIA en su edificio central de Langley en Virginia, animándolo frente a la adversidad por la que atraviesa la agencia, prometiendo un gran futuro para la misma en tiempos de crisis y felicitándola por los “logros obtenidos”. El asunto de las torturas a lo sumo se llevará las cabezas de un par de agentes muy comprometidos, el resto, se archivará[6].
Tenet fue uno de los que leyó en 2002 el informe que presentaba estos métodos de entrenamiento donde decía que el SERE incluye la técnica que utilizaron los genocidas bajo el último golpe en nuestro país, el “submarino”. Simple: se sumerge la cabeza del torturado en un balde intentando provocar todo el tiempo la autoinculpación del mismo. En Camboya se exhibe un balde en el que murieron miles de personas en el museo del genocidio camboyano. Previo a la aprobación del nuevo código de “tratamiento de detenidos” en 2002, dos de los torturados habían pasado por este método 266 veces cada uno.
La debacle de la estrategia del imperialismo norteamericano en el terreno internacional, y las denuncias de torturas y vejaciones a los derechos humanos de las que Obama quiere desembarazarse rápidamente, lo terminan empapando cada vez más y a poco de asumir, con las políticas de sus predecesores republicanos;… ¡todos para uno y uno para todos! En este caso, todos aquellos que hicieron y están dispuestos a hacer lo mismo; aletargar la vida del capitalismo.
Aferrarse al timón del barco a medida que este se hunde puso a Obama en la disyuntiva de ser menos “cambio” del que prometió en su campaña presidencial, y desplegar más de la esencia inherente a la política imperialista norteamericana; brutalidad y engaño. Por más que el mismo intente camuflarse detrás de gestos dialoguistas y de “buena voluntad” como en la teatral cumbre de las Américas en Trinidad y Tobago, su política sigue intacta, tomando incluso nuevos bríos.
Frente a los engaños de un gobierno que habla de “recambio energético” mientras refuerza todos sus intereses estratégicos en el paraíso petrolero de medio oriente, la prueba de fuerza la tienen los trabajadores al interior del propio EE.UU. Se tendrán que movilizar cada vez más frente a la crisis e irremediablemente recorrerán un duro camino, haciendo la experiencia con este nuevo gobierno, que no dudará ni un segundo en defender de manera desordenada y furiosa de ser necesario, su legado de riqueza y derroche a costa de la explotación de los recursos de la humanidad toda.
Con “uñas y dientes” como dice la expresión. Como lo hicieron siempre los poderosos cada vez que se sintieron acorralados y ofuscados.
Solo la lucha de los trabajadores y los desposeídos por está crisis podrán poner un freno a las ambiciones del imperialismo yanqui, como así también al orden mundial que este representa y a sus defensores, moderados y “críticos”. Como lo fueron las manifestaciones de los sesentas y el enorme proceso de organización de los trabajadores en los años treinta del pasado siglo, verdaderas “canteras” de lecciones que servirán de guía a los que salgan de aquí en más a disputarle terreno al capitalismo y a sus mandarines en todos los frentes.
23 DE ABRIL DE 2009
Publicado en http://www.pts.org.ar/
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NOTAS:
[1] Jeremy Scahill; Us Bombs Pakistan…again. Artículo en: http://rebelreports.com/post/97977225/us-bombs-pakistan-again
[2] David Stout; Clinton Delivers Rebuke to Pakistan. NY times. 24/042009. http://www.nytimes.com/2009/04/23/us/politics/23clinton.html?ref=global-home
[3] Juan Chingo: Quién paga el costo de la crisis: Tensiones internacionales rodean la Cumbre del G-20.
04/04/2009. En: http://www.ft-ci.org/spip.php?article1787?lang=es
[4] S. Shane y Mark Mazzetti; In Adopting Harsh Tactics, No Look at Past Use 21/04/2009.http://www.nytimes.com/2009/04/22/us/politics/22detain.html?pagewanted=2&ref=us
[5] Malone, Jim; Conservatives Press Bush on Civil Liberties, 21/03 2007 www.voanews.com/english/archive/2007-03/2007-03-21
[6] Kenneth J. Theisen Obama at CIA Headquarters: Covering up, Continuing Bush Regime War Crimes
22/04/2009. En: http://www.indybay.org/newsitems/2009/04/22/18590761.php
1 comentario:
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