lunes, 3 de diciembre de 2012

"Los obreros pasaron por el aula" (La Mañana de Neuquén)


Catorce trabajadores de la cerámica obtuvieron su título secundario. (Agustin Martinez) -

El viernes se recibió la primera promoción de estudiantes secundarios egresados del CPEM Nº 88, que funciona desde abril de 2010 en la fábrica recuperada por los trabajadores de la ex Zanon.

Fueron 14 los estudiantes que recibieron su título escolar. 

 “Es un hecho histórico más en nuestra lucha”, exclamó el estudiante Cristian Mellado. La frase caló hondo entre sus compañeros, amigos y personas que presenciaron el acto de colación de la primera generación de estudiantes egresados del CPEM Nº 88 que desde hace tres años funciona en la fábrica recuperada por los trabajadores de la ex Zanon. 

Ojos humedecidos, abrazos efusivos y mucha alegría sintieron las personas que vieron a los 14 estudiantes recibir su diploma y convertirse en la primera generación de egresados de esta escuela secundaria que por iniciativa de obreros y docentes funciona desde hace tres años con el nombre de uno de sus impulsores Jorge "Boquita" Esparza. 

“Estoy orgullosa de todos mis compañeros porque estamos obteniendo las herramientas para defender los derechos de la clase trabajadora”, dijo una de las egresadas, Elisa Cisterna.

La creación de esta escuela, instalada en el corazón de la fábrica, tuvo como premisa repartir el conocimiento entre todas las personas impedidas de finalizar sus estudios.

“Con nuestra escuela pasa algo similar que con los trabajadores que no querían subsidios sino trabajo genuino y por eso resolvieron expropiar la fábrica. En el aula expropiamos el conocimiento para poder construirlo y repartirlo”, explicó Mariel Malan, directora del CPEM Nº 88. “Ese es el esfuerzo que hacemos a pesar del modelo. Creamos una contracultura del facilismo y de la política clientelista que ofrecen los distintos gobiernos”, agregó.

Educando y educador 

En el año 2008 un grupo de obreros junto a docentes e integrantes de Cátedra de Adultos de la Universidad Nacional del Comahue (UNCo) iniciaron el proceso que conduciría a la creación de una escuela en la fábrica. Los trabajadores y trabajadoras tenían la necesidad de concluir los estudios secundarios. Bajo esa consigna una de las tareas del grupo de docentes fue realizar encuestas entre los obreros. El resultado fue que querían recibirse con un bachiller orientado a relaciones humanas.

“Cuando vimos las encuestas nos sorprendimos gratamente y es por eso que estamos con el Plan de Estudio Nº 154 del Consejo Provincial de Educación (CPE)”, dijo Malan.

Una de las luchas del equipo de trabajo fue que la escuela no cerrada y a término como pedían las autoridades sino que fuera abierta a toda la comunidad. “Este también fue un logro que hoy da la posibilidad de ver egresados no sólo a obreros de Fasinpat sino a personas de Centenario, del Barrio Nueva Esperanza o de Parque Industrial”, señaló Mellado.

Por su parte, Cisterna agregó que si bien estudian con el programa del Consejo Provincial de Educación, el secundario se distingue porque pueden participar de las jornadas docentes porque en la fábrica todo se maneja con asambleas abiertas.

“Creemos que la educación no es sólo del docente al alumno sino recíproca. Somos personas grandes que podemos transmitir nuestro conocimiento al docente”, afirmó.

El egreso de los catorce estudiantes es parte de la historia de una fábrica recuperada, que hace más de una década se encuentra bajo control obrero. Una escuela abierta a una comunidad que formó parte de la gesta de cientos de obreros que resolvieron mantener sus fuentes de trabajo. En la actualidad, los nuevos cursos albergan a 40 alumnos que quieren completar sus estudios.

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