Nicolás González Varela
DM en el capítulo V adopta una tripartición no-cronológica de Hegemonía, que nos recuerda la idea de Perry Anderson, [1] afirmando que en Gramsci pueden establecerse tres momentos: 1) el tempo estratégico; 2) el tempo de la Hegemonía en sí; y 3) el tempo “histórico-universal” (sic). El primer momento DM lo encuentra concentrado en un seminal texto del Q13, [2] donde Gramsci presentaría la cuestión de la Hegemonía “vista desde el ángulo de las relaciones de fuerza, es decir: la Hegemonía pensada en función de la resolución mediante las armas de las relaciones de fuerza que van de la estructura social objetiva al enfrentamiento político-militar” (p. 116). Aunque DM remite al propio Gramsci, la tripartición gramsciana no versa sobre el “momento estratégico” de la Hegemonía sino sobre los “grados” en las relaciones de fuerza entre las clases sociales antagónicas, lo que es algo diferente. Gramsci pretende establecer una línea lógica de lo abstracto a lo concreto, fijar materialmente la “gradación” de las relaciones antagónicas. No es otra cosa que re-establecer el principio leninista de “análisis concreto en una situación concreta” (la “Esencia del Marxismo” según la feliz fórmula de Ulianov) que ya ha extraviado el movimiento comunista europeo.
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