El lector se preguntará con razón: ¿Un nuevo libro sobre Gramsci? Gramsci es una suerte de “Che Guevara italiano”, un icono que puede ser simultáneamente humanista universal, héroe antifascista, fundador del partido proletario, filoperonista, eurocomunista, socialista liberal, postmarxista, neojacobino, abanderado del pluralismo liberal, teórico académico poscolonial, mártir y santo laico.
Por supuesto que la difusión del ícono es inversamente proporcional al conocimiento fiel de sus escritos o al significado profundo de su práctica política, que ahora se subsumen a usos y abusos, epifanías y descubrimientos ad usum delphini o a misteriosas desapariciones según la coyuntura política.
La “Gramsciología”, independizada de toda Filología científica, fue una industria académica en expansión (en 2016 Perry Anderson cifraba en más de 20.000 los títulos de la bibliografía de y sobre Gramsci) durante décadas por lo que no era raro los infinitos “descubrimientos” que sufría Gramsci de manera cíclica hacia la izquierda o la derecha.
La “Gramsciología”, independizada de toda Filología científica, fue una industria académica en expansión (en 2016 Perry Anderson cifraba en más de 20.000 los títulos de la bibliografía de y sobre Gramsci) durante décadas por lo que no era raro los infinitos “descubrimientos” que sufría Gramsci de manera cíclica hacia la izquierda o la derecha.
Recordemos la sorna de Althusser cuando decía que la Filosofía de la Praxis era “la bella conversación nocturna de nuestros leones intelectuales de salón”. El trabajo de Dal Maso (DM) rompe este destino casi inevitable de los trabajos gramscianos para centrarse en quizá la idea central, la problemática de la Hegemonía de clase.
No hay comentarios:
Publicar un comentario